Ya llevo unos añitos trabajando en clubes de alterne. Si, esos que ves con sus neones horteras cuando pasas por la carretera, neones sugerentes que te tientan a parar, a entrar, a contemplar la carne expuesta al mejor postor. No paras claro, tu nunca paras, al menos... eso es lo que cuentas, así es como mientes: a tu mujer, a tus amigos, a ti mismo. ¿Cuando estuviste por última vez?, ¡ah, si! con aquellos amigos que te te llevaron, fuiste por compromiso, claro.
Hoy a la tarde me trajo el taxi desde el aeropuerto. Muy profesional el taxista, le pregunté si conocía el Tucán. Yo tenía la dirección en el bolso pero para que sacarla, los taxistas conocen casi todo y si hablamos de burdeles los conocen todos, no hay fallo. Por la circunvalación de la ciudad comenzó a hablarme, no me gusta que me hablen los taxistas, menos aún si llevan puesta la COPE. Los taxistas deberian de preguntarte al subir que emisora o cedé deseas escuchar, si es que quieres escuchar algo, claro. ¿por qué tengo que contarle mi vida a un tipo que escucha la COPE sin que me pague nada?, si me paga puede darme una misa tridentina y hasta la escucho con devoción, pero aquí pago yo. Que se limite a llevarme, o como mucho que me diga un "bonito día, ¿verdad?".
-¿Llevas mucho tiempo en eso? -preguntó mirandome por el retrovisor del vehiculo-
-¿en qué?
hizo una mueca que pretendía ser una sonrisa ironica.
-Ya sabes, en eso... en la prostitución
la palabra prostitución se le atrancó en la garganta, pareció que no quería salir
-¿en la prostitución? ¿quién le dijo que soy puta?, soy policía, conduzca y deje de mirarme por el retrovisor que vamos a tener un accidente.
Mano de santo, no volvió a abrir la boca, hasta cuando me cobró le costó articular las palabras. Supongo que no se creyó semejante tontería, pero al menos me dejó tranquila. Vi como se alejaba por la explanada que hay frente al Tucán camino de la carretera.
Allí estaba yo de nuevo, otro club distinto y siempre el mismo, otro personal distinto y siempre el mismo, hombres distintos y siempre los mismos y otras compañeras distintas y siempre, siempre, siempre las mismas, con las mismas historias de siempre, las mismas manias de siempre y las mismas querencias de siempre. Yo también, como siempre, en la puerta de otro club, con los brazos en jarras y una maleta roja a mis pies mirando hacia el alero del tejado, mirando hacia todos los lados. De pronto se me antojó, que allí, en medio de la nada, media humanidad me miraba, y la culpa la tenía la maleta roja que estaba a mis pies, no se por que pensé que una maleta negra hubiese sido más discreta si todo es discreto en medio de nada. El día era diafano y la vista se perdía en el horizonte de campos de cereal, a los bordes de los campos había cientos de amapolas que se mecian con el viento junto a las espigas, volví a mirar la maleta y ya no me pareció tan estridente.
Desde el día en que un tipo pagó por mi virgo tengo algo metido en el subconsciente: ese día la palabra PUTA apareció en mi frente, todos pueden verla menos yo, yo solo la veo en sueños. Me veo caminando por las calles, en mi frente está esa palabra y todos me miran. Los que llevan niños consigo huyen despavoridos o les tapan los ojos. Los niños no pueden acercarse a mi, yo nunca podré tener un hijo, en mi sueño está prohibido, las putas no podemos procrear, solo podriamos procrear un hijo de puta. A veces me despierto angustiada. Me tomo una dormidina para volver a conciliar el sueño. No deberiamos de soñar cuando dormimos, si nos creó un Dios eso fué una gran faena, una broma de mal gusto. Nuestra mente acumula cosas que nos asustan y angustian y te las dispara a bocajarro en cualquier momento.
Busqué una entrada al club tirando de la pesada maleta ¿como puede pesar tanto un poco de ropa?. En Heat, Robert de Niro, dice que él no puede tener nada que le impida salir huyendo rapidamente, tendría que seguir yo esa maxima. Al girar detrás de unos setos que hay a la derecha del edificio se llega al aparcamiento del Tucán, los setos como siempre, resguardan los vehiculos de los clientes de miradas indiscretas, si sigues caminando vas a la parte de atrás, es un edificio rectangular de dos plantas, con tolditos rojos en algunas ventanas y uno grande en la puerta. Sobre la puerta se perciben apagados los neones que forman un tucan y debajo la inscripción también en neon: Tucán Club. Al fondo del solar de grava se ve un depósito de butano y hay otro grupo de setos altos que forman un rectangulo, que impide ver algo que hay allí. En el interior del rectangulo escucho risas femeninas y me acerco, asomo la cabeza y todas callan, todas se fijan en mi, enmarcada ya en una puerta en arco que forma el verdor del seto. El "olá" resuena en varias bocas.
-¿Todas brasileiras? -lo pregunto haciendome la timida, a modo de saludo, como que estoy cortada-
-¿é uma nova?
Se forma una algaravía, todas preguntan a la vez y todas afirman a la vez, en su idioma: "¿venía una nueva?" "si me lo dijo tal..." "no sabía que venía una nueva" "¿por qué tiene que traer más chicas?" "¿es española?" "no se, será colombiana"... La llegada de una chica a un club siempre es vista por las que ya están en él con cierto recelo, nadie sabe nada de ti, ni si eres buena o mala persona, ni que maña te das con los clientes. Supongo que pensamos en los clientes que nos quitará esa nueva.
-Si vengo nueva, quería saber si está el encargado o el dueño
Una mulata, me indica con la cabeza que vaya al edificio, que allí estará el cafetao. La mulata parece una extraterrestre, todo en ella me resulta antinatural. Creo que fue a una peluquería con una barbie en la mano y les pidió el mismo peinado que el de la muñeca. Supongo que va de Tormenta por la vida.
Llamo a una puerta de lata, parece la puerta de una nave industrial y me abre una mujer con una bata verde, supongo que será alguna limpiadora, menos mal que ésta si habla español. Me hace pasar y llama al dueño, la puerta da directamente a las cocinas.
El dueño da pena de lo hortera que es, unos zapatitos castellanos en un pie demasiado pequeño para un hombre, calcetines blancos que se ven bajo el dobladillo de un vaquero demasiado corto, unas piernas que parecen muy debiles sostienen un torso deformado por una prominente barriga cervecera que está recubierta por una camisa floreada en colores chillones, lleva oro en casi todos los dedos y un par de cordones, también de oro, al cuello. Hace tiempo que se quedó calvo y supongo que fue cuando decidió dejarse esa ridicula melena a los lados y por detrás de la calva. Supongo que creerá que así está guapo. Seguro que se beneficia a dos o tres chicas del club. Que bobas somos algunas, creo que al dueño de cualquier club le cobraría cuatro veces más que a cualquier cliente, pero siempre hay alguna que intenta ligarselo, por la razón que sea, supongo que por el dinero, por conseguir cualquier favor, no lo se, siempre hay alguna dispuesta para ellos.
A modo de bienvenida pretende darme dos besos, adelanto la mano y no le queda otro remedio que darme solo eso, la mano, su saludo me resulta viscoso, dura solo un instante pero tengo la sensación de estar sujetando la mano de un reptil, me deja la mia toda sudada. Grita por la mami que también grita desde algún lado del edificio, a gritos le pide que venga para acompañarme a la habitación.
La mami saluda con un ritual "hola ¿como te llamas?", le digo que soy Miriam. Se rie yo también, las dos sabemos que ese no es mi nombre, hace meses que no escucho a nadie pronunciar mi verdadero nombre.
Tiro de nuevo de la pesada maleta hasta la que será mi habitación durante el tiempo que desee estar en el Tucan. La habitación es agradable y no cabe duda de que goza de muy buenas vistas, en kilometros a la redonda solo se ven campos de cereales salpicados de algunas casitas que supongo, serán utilizadas por los campesinos para guardar sus aperos, están medio ruinosas así que no creo que viva nadie por allí. Comienzo a preguntarme si no habré metido la pata yendo a aquel lugar, a veces las compañeras te hablan de lo bien que funciona un sitio determinado pero ya no funciona, funcionó. Al menos la habitación es aireada, le da el sol y está limpia.
Mientras coloco la ropa en el armario la mami comienza a explicarme, de carrerilla, los horarios de las comidas, de apertura del club, los derechos que tengo y como no... lo que tengo que pagar diario, las multas... yo solo tengo una cosa en la cabeza
-mami, ¿en este club se trabaja?
Lo pregunto de sopetón mientras miro el campo sin pueblos a través de la ventana que da a un pequeño balcón. La miro y creo que nota en mi cara la desilusión, sonrie amable
-En este club como te descuides te va a hervir el coño, cariño
Sonrío más tranquila. Generalmente las mamis fueron putas, si hablan así de claro no te mienten, lo malo sería que hubiese comenzado a poner peros o a decir cosas como "algunos dias" "por la semana no pero los fines de semana mucho". La mami tiene que poner velas a Dios y al Diablo, tiene que llevarse bien con las chicas, con los clientes, con el personal de la casa y con el dueño, demasiada disparidad entre todos y ella tiene que capear el temporal como mejor pueda.
-Ven -me pide más que ordena- vamos a rellenar la ficha y a que te enseñe el club.
Hoy a la tarde me trajo el taxi desde el aeropuerto. Muy profesional el taxista, le pregunté si conocía el Tucán. Yo tenía la dirección en el bolso pero para que sacarla, los taxistas conocen casi todo y si hablamos de burdeles los conocen todos, no hay fallo. Por la circunvalación de la ciudad comenzó a hablarme, no me gusta que me hablen los taxistas, menos aún si llevan puesta la COPE. Los taxistas deberian de preguntarte al subir que emisora o cedé deseas escuchar, si es que quieres escuchar algo, claro. ¿por qué tengo que contarle mi vida a un tipo que escucha la COPE sin que me pague nada?, si me paga puede darme una misa tridentina y hasta la escucho con devoción, pero aquí pago yo. Que se limite a llevarme, o como mucho que me diga un "bonito día, ¿verdad?".
-¿Llevas mucho tiempo en eso? -preguntó mirandome por el retrovisor del vehiculo-
-¿en qué?
hizo una mueca que pretendía ser una sonrisa ironica.
-Ya sabes, en eso... en la prostitución
la palabra prostitución se le atrancó en la garganta, pareció que no quería salir
-¿en la prostitución? ¿quién le dijo que soy puta?, soy policía, conduzca y deje de mirarme por el retrovisor que vamos a tener un accidente.
Mano de santo, no volvió a abrir la boca, hasta cuando me cobró le costó articular las palabras. Supongo que no se creyó semejante tontería, pero al menos me dejó tranquila. Vi como se alejaba por la explanada que hay frente al Tucán camino de la carretera.
Allí estaba yo de nuevo, otro club distinto y siempre el mismo, otro personal distinto y siempre el mismo, hombres distintos y siempre los mismos y otras compañeras distintas y siempre, siempre, siempre las mismas, con las mismas historias de siempre, las mismas manias de siempre y las mismas querencias de siempre. Yo también, como siempre, en la puerta de otro club, con los brazos en jarras y una maleta roja a mis pies mirando hacia el alero del tejado, mirando hacia todos los lados. De pronto se me antojó, que allí, en medio de la nada, media humanidad me miraba, y la culpa la tenía la maleta roja que estaba a mis pies, no se por que pensé que una maleta negra hubiese sido más discreta si todo es discreto en medio de nada. El día era diafano y la vista se perdía en el horizonte de campos de cereal, a los bordes de los campos había cientos de amapolas que se mecian con el viento junto a las espigas, volví a mirar la maleta y ya no me pareció tan estridente.
Desde el día en que un tipo pagó por mi virgo tengo algo metido en el subconsciente: ese día la palabra PUTA apareció en mi frente, todos pueden verla menos yo, yo solo la veo en sueños. Me veo caminando por las calles, en mi frente está esa palabra y todos me miran. Los que llevan niños consigo huyen despavoridos o les tapan los ojos. Los niños no pueden acercarse a mi, yo nunca podré tener un hijo, en mi sueño está prohibido, las putas no podemos procrear, solo podriamos procrear un hijo de puta. A veces me despierto angustiada. Me tomo una dormidina para volver a conciliar el sueño. No deberiamos de soñar cuando dormimos, si nos creó un Dios eso fué una gran faena, una broma de mal gusto. Nuestra mente acumula cosas que nos asustan y angustian y te las dispara a bocajarro en cualquier momento.
Busqué una entrada al club tirando de la pesada maleta ¿como puede pesar tanto un poco de ropa?. En Heat, Robert de Niro, dice que él no puede tener nada que le impida salir huyendo rapidamente, tendría que seguir yo esa maxima. Al girar detrás de unos setos que hay a la derecha del edificio se llega al aparcamiento del Tucán, los setos como siempre, resguardan los vehiculos de los clientes de miradas indiscretas, si sigues caminando vas a la parte de atrás, es un edificio rectangular de dos plantas, con tolditos rojos en algunas ventanas y uno grande en la puerta. Sobre la puerta se perciben apagados los neones que forman un tucan y debajo la inscripción también en neon: Tucán Club. Al fondo del solar de grava se ve un depósito de butano y hay otro grupo de setos altos que forman un rectangulo, que impide ver algo que hay allí. En el interior del rectangulo escucho risas femeninas y me acerco, asomo la cabeza y todas callan, todas se fijan en mi, enmarcada ya en una puerta en arco que forma el verdor del seto. El "olá" resuena en varias bocas.
-¿Todas brasileiras? -lo pregunto haciendome la timida, a modo de saludo, como que estoy cortada-
-¿é uma nova?
Se forma una algaravía, todas preguntan a la vez y todas afirman a la vez, en su idioma: "¿venía una nueva?" "si me lo dijo tal..." "no sabía que venía una nueva" "¿por qué tiene que traer más chicas?" "¿es española?" "no se, será colombiana"... La llegada de una chica a un club siempre es vista por las que ya están en él con cierto recelo, nadie sabe nada de ti, ni si eres buena o mala persona, ni que maña te das con los clientes. Supongo que pensamos en los clientes que nos quitará esa nueva.
-Si vengo nueva, quería saber si está el encargado o el dueño
Una mulata, me indica con la cabeza que vaya al edificio, que allí estará el cafetao. La mulata parece una extraterrestre, todo en ella me resulta antinatural. Creo que fue a una peluquería con una barbie en la mano y les pidió el mismo peinado que el de la muñeca. Supongo que va de Tormenta por la vida.
Llamo a una puerta de lata, parece la puerta de una nave industrial y me abre una mujer con una bata verde, supongo que será alguna limpiadora, menos mal que ésta si habla español. Me hace pasar y llama al dueño, la puerta da directamente a las cocinas.
El dueño da pena de lo hortera que es, unos zapatitos castellanos en un pie demasiado pequeño para un hombre, calcetines blancos que se ven bajo el dobladillo de un vaquero demasiado corto, unas piernas que parecen muy debiles sostienen un torso deformado por una prominente barriga cervecera que está recubierta por una camisa floreada en colores chillones, lleva oro en casi todos los dedos y un par de cordones, también de oro, al cuello. Hace tiempo que se quedó calvo y supongo que fue cuando decidió dejarse esa ridicula melena a los lados y por detrás de la calva. Supongo que creerá que así está guapo. Seguro que se beneficia a dos o tres chicas del club. Que bobas somos algunas, creo que al dueño de cualquier club le cobraría cuatro veces más que a cualquier cliente, pero siempre hay alguna que intenta ligarselo, por la razón que sea, supongo que por el dinero, por conseguir cualquier favor, no lo se, siempre hay alguna dispuesta para ellos.
A modo de bienvenida pretende darme dos besos, adelanto la mano y no le queda otro remedio que darme solo eso, la mano, su saludo me resulta viscoso, dura solo un instante pero tengo la sensación de estar sujetando la mano de un reptil, me deja la mia toda sudada. Grita por la mami que también grita desde algún lado del edificio, a gritos le pide que venga para acompañarme a la habitación.
La mami saluda con un ritual "hola ¿como te llamas?", le digo que soy Miriam. Se rie yo también, las dos sabemos que ese no es mi nombre, hace meses que no escucho a nadie pronunciar mi verdadero nombre.
Tiro de nuevo de la pesada maleta hasta la que será mi habitación durante el tiempo que desee estar en el Tucan. La habitación es agradable y no cabe duda de que goza de muy buenas vistas, en kilometros a la redonda solo se ven campos de cereales salpicados de algunas casitas que supongo, serán utilizadas por los campesinos para guardar sus aperos, están medio ruinosas así que no creo que viva nadie por allí. Comienzo a preguntarme si no habré metido la pata yendo a aquel lugar, a veces las compañeras te hablan de lo bien que funciona un sitio determinado pero ya no funciona, funcionó. Al menos la habitación es aireada, le da el sol y está limpia.
Mientras coloco la ropa en el armario la mami comienza a explicarme, de carrerilla, los horarios de las comidas, de apertura del club, los derechos que tengo y como no... lo que tengo que pagar diario, las multas... yo solo tengo una cosa en la cabeza
-mami, ¿en este club se trabaja?
Lo pregunto de sopetón mientras miro el campo sin pueblos a través de la ventana que da a un pequeño balcón. La miro y creo que nota en mi cara la desilusión, sonrie amable
-En este club como te descuides te va a hervir el coño, cariño
Sonrío más tranquila. Generalmente las mamis fueron putas, si hablan así de claro no te mienten, lo malo sería que hubiese comenzado a poner peros o a decir cosas como "algunos dias" "por la semana no pero los fines de semana mucho". La mami tiene que poner velas a Dios y al Diablo, tiene que llevarse bien con las chicas, con los clientes, con el personal de la casa y con el dueño, demasiada disparidad entre todos y ella tiene que capear el temporal como mejor pueda.
-Ven -me pide más que ordena- vamos a rellenar la ficha y a que te enseñe el club.
23 comentarios:
Me parece muy interesante lo que estás intentando hacer, y te animo a que sigas. Desde mi punto de vista (personalísimo), yo escribo para mi. Y creo que tu también. Sigue haciéndolo. Y con independencia de esa terapia cojonuda que es escribir para uno mismo, lo heces muy bien, y el tema es interesante. Gracias.
PD: Te aconsejo que actives el antispam de blogger, porque sino "te va a hervir el blog" de comentarios spam.
Hola, me ha gustado el inicio... interesante relato.
(Hay cosas que me suenan de algún sitio :P)
Espero impaciente el próxino capitulo...
Vas bien Miriam enhorabuena por este nuevo proyecto un besazo desde México
he visto tus comentarios en tu web, y te puedo decir que tu novela promete. Te diría que la intentes hacer distinta a todas esas novelas del género que han surgido en estos años.
Gracias por vuestros comentarios y animos.
Manolo: creo que se podría decir que escribo por que me gusta hacerlo. La idea de este blog es escribir la vida "real" de las putas, adornada quizás para que quede lo mejor escrito que yo pueda hacerlo, pero real. De todos modos escribo para que la lean, si no fuese así lo haría en una libreta y solo lo leería yo.
Ender: lo del Tucan y el neon, bueno, fijate en los clubes, no es muy exagerado y sus neones tampoco, podría muy bien ser real. Procuraré no ser Almodovariana, no me gustan las peliculas suyas. Tengo 26 años, los cumplí hace poco.
El antispam está activado, tengo que moderar yo los comentarios.
Gracias a todos por tomaros la molestia de leerme.
Me parece que está muy bien. Me ha gustado el comienzo de tu relato... Tu estilo narrativo me gusta y el contenido de la historia me parece interesante -me suena autobiográfico en lo esencial.
Gracias por compartirlo con todos nosotros.
Buen comienzo.
Pero yo creo que sólo la idea ya engancha :)
¡Ánimo, que te espera una tarea dura!
Hola Miriam,
me ha encantantado este nuevo (llamemosle) "proyecto".
También me he dado cuenta que has cambiado la foto de tu blog (www.yoputa.net) que es la misma que tienes aquí.
Me gusta! Tienes un tipazo!
Vas al gimnasio??
O entre el curro, el blog y el Tucán no tienes tiempo? :-p
Sigue así!
Un abrazo a tí y Lia.
Bien bien bien, interesante, como siempre... a ver como evoluciona.
Saludos
En la tercera frase del septimo parrafo pones:
...es un edificio de dos plantas rectangular de dos plantas...
Por lo demas esta muy bien.
Un besito.
La verdad me gusto mucho, tu obra tiene un muy buen comienzo, sobretodo ese descargo inicial hacia los clientes...Aunque en realidad va dirigido hacia un tipo de clientes, porque yo no engaño a nadie y le cuento que voy de putas a todo el mundo, incluso a mis amigos y a mis padres..tengo la virtud/defecto de ser muy transparente, aparte no me averguenzo para nada d ehacerlo.
Luego en lo que hace al cuerpo de la historia, literariamente te puedo decir ue esta muy bien, imagenes sensitivas por todos lados, muy buena descripcion de lugares personas y cosas, y me encanta la introspectiva de la protagonista.
Un Saludo, y espero la continuacion!
Hola, me ha gustado mucho tu blog y tu página.
Únicamente te recomiendo wordpress en vez de blogger. Tienes más opciones que a lo mejor te pueden venir bien.
Un saludo :p
Ibán: no es que sea autobiografica, digamos que son cosas que viví y las iré poniendo aquí,con distintos nombres, mezclando personajes para de varios hacer uno y puede que también vaya poniendo alguna cosa que me pasase a mi verdaderamente. Lo único que trataré de representar es como veo yo la vida en un club de alterne, en un puticlú, para el que así lo prefiera.
Mi verdadero yo: si, voy al gimnasio, siempre hay un ratito para eso. Además dentro de lo que me permite mi trabajo llevo una vida muy sana.
Dr.M: gracias por la corrección, así me gustan a mi las criticas, me gustaría que fueseis duros con lo que escribo, no creo ni hacerlo la cuarta parte de bien de lo que algunos me contais. En todo caso si os gusta me alegro y si os engancha... si yo fuese capaz de hacer que alguien se enganchase a la lectura de ésta novelucha, no se, me alegraría mucho, ahora mismo no tengo palabras para describir lo que se puede sentir. Pero aunque os engancheis me gustaría que fueseis criticos, muy criticos.
Hola.
Me gusta bastante, al idea y el tema esta muy bien, pero la forma creo humildemente que deberias pulirla, en el blog escribes mas relajada y eso se nota.
Un Saludo y espero que sigas durante mucho tiempo.
Hola, me gustó tu blog !!!
Solo una cosa, soy mujer, no pasa nada verdad !! sabes una cosa siempre me ha llamado la atencion los clubs, me intrigan, me encantaria entrar en uno, seria posible???
Mucha suerte, me pareces genial !!!
Gracias Blas, trataré de hacerlo, aunque me temo que de donde no hay no se puede sacar ;)
Anne, no pasa nada por que seas mujer ¿que podría pasar?. Normalmente en los clubes no dejan entrar a las mujeres a no ser que las conozcan o vayan con alguien conocido. La cosa es simple, una mujer puede que vaya buscando a su marido y liarla parda. También pueden dar lugar a confusiones, ya sabes algún cliente puede creer que ella está allí trabajando y propasarse con ella, ella enfadarse, cosillas así.
¿y si se trata de una mujer lesbiana que busca ser clienta? ¿o hay clubs especiales para mujeres? ¿o no hay?
Soy un asiduo lector de otro blog, y este sin lugar a dudas ha comenzado mu bien
Sigue asi
Muy bien Miriam!
La verdad es que engancha. Si quieres un consejo sigue escribiendo así, tal como te salga. Ya tendrás tiempo más adelante de corregir y pulir el texto. De hecho, es lo que hacen todos los escritores.
Un beso.
Por ahora está bien. Comprendo que lo duro vendrá pronto, cuando tengas que insertar más vivencias, más gión. Procura no aburrir.
Animo Miriam Con la Novela! Empiezas pisando fuerte.
Besos
chucena?????
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